El Agente Formador y su responsabilidad delante de Dios

  • En un sentido espiritual, la relación entre el Agente y Dios podría interpretarse como una responsabilidad divina de guiar y nutrir a aquellos a su cargo. Esto implica ser un modelo a seguir que refleje los principios éticos y morales que abogan por un desarrollo humano integral.
  • Teniendo en cuenta la última responsabilidad mencionada del Agente Formador, es necesario comprender, que no solo se necesita que sepa sobre algún deporte, sino que profundice y aprenda sobre la palabra de Dios, siguiendo el encargo que Pablo había dejado a Timoteo, de ser ejemplo en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.
  • Ya que como Deporvida aspiramos a que los niños/a, adolescentes y jóvenes sean enseñados y capacitados para ser presentados perfectos en Cristo Jesús (Col. 1:28), vemos que el Agente Formador es de vital importancia, ya que es una persona que debe formar dentro y fuera de la cancha.
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